Blockchain
BLOCKCHAIN: QUÉ SABEMOS Y CÓMO PODEMOS APLICARLO AL SECTOR ASEGURADOR
Por Ruben Nova
Mucho se está hablando en los últimos meses sobre Fintech,
Insurtech, criptomonedas, Machine Learning, Inteligencia Artificial y
Blockchain.
¿Pero qué se sabe de Blockchain hasta el momento?
Como parte de mi investigación, he tenido la oportunidad de
asistir a numerosos congresos que han tratado este tema desde diferentes
perspectivas: punto de vista general, tecnológico, legal, empresarial… En todos
ellos he coincidido con diferentes ponentes y asistentes, quienes estamos aún
en una fase de iniciación y pruebas de lo que puede llegar a convertirse esta
herramienta. Se trata de la tecnología más disruptiva para el sector asegurador
dentro de todos los ámbitos que engloba Insurtech.
Blockchain es un libro de cuentas distribuido, con
diferentes características, que actúan
bajo las mismas reglas o protocolos, el cual puede hacer vislumbrar un profundo cambio en muchos
sectores económicos. Muchos expertos prevén que el 20% de las compañías
aseguradoras aplicarán, de una u otra manera, Blockchain en sus compañías
durante los próximos 2-3 años.
Blockchain es una
base de datos distribuida por nodos de la cadena, protegido criptográficamente,
relacionados entre sí, entre los participantes de la cadena.
En primer lugar, cuenta con la propiedad de
inmutabilidad. Esto quiere decir que una
vez que una transacción se registra en una Blockchain, ésta no se puede borrar,
y al ser distribuida, todos los participantes de la red tienen la misma copia
exacta, pueden participar en el sistema y actuar como validador. Esto provoca que, ante intentos de una
persona de cambiar información en un nodo (cada uno de los bloques que forman
la cadena) o hackear la red, este sea un proceso casi imposible, dado que
tendrías que hackear miles de ordenadores a la vez. Ante intentos de hackear o
de cambiar la información que aparece en un nodo, los demás participantes
comprobaran que no corresponde con su información original, dado que los hashes
que unen la cadena serán diferentes, y rechazarán el nodo. Esta situación dota
a la red de fiabilidad, auditabilidad y trazabilidad.
Blockchain surge de la creación de Bitcoin. La tecnología ya
existía años atrás, pero no fue hasta que Satoshi Nakamoto crea esta
criptomoneda en 2009, cuando se empezó a contemplar el potencial de Blockchain.
Satoshi (se dice que es un pseudónimo que comprende a unas 5 personas), crea
Bitcoin con el ideal de la descentralización de bancos y gobiernos.
Esto significa que cualquier persona puede ser juez y
parte del proceso, permitiendo transacciones P2P, y transformando esquemas
centralizados en una red distribuida entre partes que elimina intermediarios.
De esta forma, la cadena queda dotada de bloques de eficiencia, ahorro y
fiabilidad, hecho que hace que muchos denominen a la cadena de bloques como “la
máquina de la verdad”.
APLICACIÓN EN EL SECTOR SEGUROS
A raiz de esta tecnología se han desarrollado los contratos
inteligentes (Smart contracts), que suponen la ejecución de un contrato o
póliza de forma automática, con la metodología if, then… Esto siginifica que, si se cumple una de las
condiciones estipuladas en la póliza o contrato, éste desbloquea la suma
asegurada, dado que los participantes de la red Blokchain (ya sea pública o
privada), verifican que se han cumplido las condiciones y validan la
transacción.
A modo de ejemplo, imaginemos un seguro agrícola. El
agricultor firma un contrato inteligente con una compañía aseguradora en la
que, en caso de que un temporal provoque la pérdida de parte de la cosecha o
totalidad de la misma, la aseguradora mitigue la pérdida con el pago de la
indemnización pactada. Las condiciones particulares de la póliza son definidas
en una Blockchain y, cuando el suceso ocurre, la aseguradora puede verificar a
través de plataformas de información metereológicas o un oráculo (herramientas
o terceros que verifican que se han cumplido las condiciones estipuladas),
además de tomar fotografías del terreno mediante un Dron, para comprobar el
estado del mismo.
Con toda esta información, de forma rápida y sin que tenga
que darse la reclamación del asegurado, se ejecuta el contrato y se procede al
pago de la suma asegurada. Esto, además de ahorrar costes de gestión, implica
la satisfacción y la fidelidad del cliente, elimina intentos de fraude, y puede
servir como herramienta de prevención.
Partiendo desde la tesitura de que aún estamos en una fase
beta, las compañías aseguradoras están invirtiendo en investigar posibles casos
de uso, y se están formando consorcios como B3i (formado por compañías como
Allianz, Munich Re, Zurich y Swiss Re entre otras) y el consorcio formado en
España Alastria (formado por empresas como Mapfre, Reale, Bancos como La Caixa,
y otras grandes compañías nacionales e internacionales).
Con todo este movimiento están surgiendo iniciativas como
Fizzy (AXA), un seguro de retrasos y cancelaciones de vuelo (entre París y
Nueva York) en la que el asegurado, en caso de producirse el retraso, tiene el
dinero antes de tomar el avión; Maersk, un
gigante marítimo que utiliza Blockchain para la trazabilidad en el
transporte de mercancias marítimas y asegura el proceso; o Everledger, una
compañía que asegura la trazabilidad y autenticidad de diamantes a través de
Blockchain. Otras iniciativas son Lemonade, para seguros del hogar, Pay as you
drive, que ajustan tu prima a la manera de tu forma de conducir y los seguros
por uso.
UNA PEQUEÑA CONCLUSIÓN
Con esta revolución en mente, creo que Blockchain tiene un
gran potencial en nuestro sector. Por sus caracteristicas intrínsecas, grandes
compañías están apostando fuerte para darle un cambio disruptivo al actual
sistema asegurador. La entrada de los smart contracts supone un cambio de
paradigma, dado que hasta ahora una compañía aseguradora pagaba una cantidad
por una contingencia cierta, y con el nuevo sistema pueden ayudar a evitar esa
contingencia y el consecuente pago de la indemnización, afianzando así su
carácter preventivo.
Es verdad que estamos aun en fase de iniciación y que hay
que seguir investigando, adaptarse a las necesidades de los usuarios y
compañías, y desarrollar una regulación que permita hacer posible la nueva era
del mundo Insurtech.